“O es muy valiente o es muy estúpido” dice Financial Times de Zapatero. Con su diplomacia habitual, planteándolo en forma de alternativa, el mensaje a sus lectores en general y a los mercados en particular, es inequívoco: Zapatero es algo que todos sabemos, incluidos los 37 grandes empresarios, que se han prestado a su última bufonada, con las honrosas excepciones de Amancio Ortega (Inditex), Juan Roig (Mercadona) y Dominique de Riberolles (Cepsa). Y esto ocurre con “los bárbaros a las puertas”, con los hedge fund atacando el sistema monetario europeo con gran éxito, porque ni gobiernos ni BCE están a la altura.
En EEUU, cuando tras la caída de Lehman todo el sistema financiero se tambaleaba, el Tesoro y la FED decidieron mandar un mensaje claro y nítido a los mercados: no iban a permitir que ningún hijo de su madre hiciera caer el sistema financiero norteamericano. Paulson, Secretario del Tesoro a la sazón y ex presidente de Goldman el mayor banco de inversión del mundo, más o menos como la Sra Salgado, mandó calcular la cantidad de dinero que sería necesaria para recapitalizar el sistema, su gente le calculó la cifra y entonces decidió poner el doble, un aviso de que los especuladores no prevalecerían, que los hedge fund jamás podrían desafiar al gobierno de los Estados Unidos e irse de rositas. En pocas semanas la especulación desapareció.
Desgraciadamente, en Europa no existe nada parecido, gobiernos inconexos y timoratos, y burócratas incapaces de estar a la altura del desafío. En el caso de Grecia, esperaron hasta el último minuto para actuar, en el caso de Irlanda, dudaron durante semanas, calcularon el mínimo para salir de la crisis y los “hedge fund” se los están comiendo con patatas. Y cuando hayan acabado con Irlanda, irán a por Portugal y a por España, donde la deuda e incluso los bancos más sólidos pueden perder la mitad de su valor en 48 horas si los inversores internacionales se proponen ir en serio a por ellos.
El caos europeo resulta patético. “La banda (The gang) dispara en todas direcciones sin acertar una”, afirma el último The Economist. Hace cuatro días algunos se han puesto en plan Paulson, “pondremos todo el dinero lo que haga falta”, pero a la vez, la señora Merkel y el gobernador del Bundesbank disparan en sentido contrario: habrá quitas importantes para los tenedores de deuda, “no van pagarlo todo los contribuyentes”, con lo que la deuda soberana se está hundiendo, y además nos cuentan que han preparado un plan de “quiebras ordenadas” para 2011, donde España obviamente encabeza la lista. Justo lo que necesitan los mercados para tranquilizarse, y ello con independencia de que la dirigente alemana tenga o no razón, y la tiene, pero el momento no puede ser más desafortunado.
España no es Irlanda
Desgraciadamente, es cierto. Irlanda posee una economía competitiva, innovadora y dinámica. Gracias a su “dumping fiscal”, un impuesto de sociedades del 12,5 % que no será tocado en el ajuste, ha conseguido atraer a numerosas empresas, fundamentalmente norteamericanas, la mayoría de alta tecnología como Google y otras similares. Consecuencia de ello, la industria representa el 46% del PIB, frente al 15% en España. Hasta septiembre, el saldo de la balanza comercial arrojaba un superávit de 55.200 millones de dólares, frente a un déficit de 70.700 España. El PIB “per cápita” es más de un 30 % superior al de España y el paro casi la mitad. Es cierto que su PIB ha caído más que el nuestro en 2008 y 2009, pero es que la cifra oficial no sólo es falsa, es que la diferencia con la realidad es brutal, es sólo la cuarta parte de lo hemos caído realmente. Seguir leyendo ‘‘Barbarians at the gate’ y los 37 del picnic’